¡Por fin! La salud intestinal emerge como un pilar fundamental en la comprensión integral del bienestar humano. Desde la perspectiva de la psiconeuroinmunología (PNI), el impacto de los procesos del intestino son reconocidos como algo más allá de ser un órgano digestivo. Se considera un complejo centro de interacción entre el sistema nervioso, el sistema inmunitario y la microbiota (tus inquilinos). La ciencia confirma los rumores: eres lo que comes.
En este contexto, el propionato, un compuesto químico producido por las bacterias intestinales, juega un papel crucial. En este artículo, te explicaré en detalle el funcionamiento del propionato en las células intestinales y su impacto en la salud general.
¿Qué es el propionato?
El propionato es un ácido graso de cadena corta (AGCC) o short fatty acid (SFA), en inglés, que se produce principalmente a través de la fermentación de fibra dietética por parte de la microbiota intestinal, la tuya.
Los AGCC, entre los que también se incluyen el acetato y el butirato, son vitales para la salud intestinal y metabólica del organismo, pues tus células intestinales sacan gran provecho de este sustrato y crecen «sanas y fuertes».
La fábrica de propionato
Es en la fermentación de los hidratos de carbono no digeribles (la fibra que comes, la dietética) por parte de las bacterias anaerobias que viven en el colon, es lo que da lugar a la producción de estos codiciados AGCC o SFA para tus células intestinales.
Y fíjate si este tema es profundo, interesante y bonito, que ya se está usando a día de hoy como estrategia de intervención en patologías intestinales como en la Enfermedad de Crohn y en la colitis ulcerosa.
Funciones del propionato en el intestino
El propionato es una molécula que desempeña varias funciones críticas en el intestino. Entre ellas se incluyen:
- Fuente de energía. Aunque el butirato es la principal fuente de energía para los colonocitos (las células principales del colon), el propionato también puede ser utilizado como sustrato energético, especialmente por las células del hígado tras la absorción intestinal.
- Regulación del pH. El propionato colabora en el mantenimiento del pH del colon, lo que inhibe el crecimiento de otras bacterias o seres vivos patógenos favoreciendo un ambiente saludable para la microbiota realmente beneficiosa.
- Propiedades antiinflamatorias. Esta actividad del propionato tiene propiedades cruciales en la prevención y en el manejo de enfermedades inflamatorias del intestino como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
- Regulación del metabolismo de la glucosa. El propionato puede influir en el metabolismo de la glucosa en el hígado (el principal almacén de rápida distribución), reduciendo los niveles de glucosa en la sangre después de las comidas y mejorando la sensibilidad a la insulina por el resto de células de tu organismo.
De modo que el impacto del propionato no se limita al intestino. Al ser absorbido en el torrente sanguíneo, el propionato ejerce efectos para el resto del organismo que son esenciales para la salud general (sistémica). En otras palabras, el propionato actúa como un combustible eficaz «de los de mecha corta» para las células sin los riesgos asociados a los azúcares, que son otras moléculas distintas metabolizadas por otras rutas químicas y con otros efectos secundarios no tan deseables.
Metabolismo de la glucosa y sensibilidad a la insulina
El propionato puede influir significativamente en el metabolismo de la glucosa. Varios estudios han demostrado que este AGCC ayuda a reducir los niveles de glucosa postprandial (después de las comidas) al actuar sobre el hígado, mejorando así la sensibilidad a la insulina.
Nunca estará demás decirlo, esta regulación es crucial para la prevención y el manejo de condiciones metabólicas disfuncionales como la diabetes tipo II y el síndrome metabólico.
Regulación del sistema inmunitario
El propionato posee propiedades antiinflamatorias que son esenciales para el mantenimiento de una respuesta inmune equilibrada. Al reducir la inflamación, se puede prevenir la activación excesiva del sistema inmunitario que se observa en enfermedades inflamatorias crónicas del intestino y otras condiciones autoinmunes.
Protección contra enfermedades cardiovasculares
La evidencia sugiere que el propionato puede tener un efecto protector contra enfermedades cardiovasculares (este es uno de los secretos de la dieta cetogénica). Esto se debe en parte a su capacidad para reducir la inflamación sistémica y mejorar el perfil lipídico del organismo, reduciendo así el riesgo de aterosclerosis y otras condiciones cardíacas.
La microbiota intestinal y la producción de propionato
La composición de la microbiota intestinal es un factor determinante en la cantidad de propionato producido. Una dieta rica en fibra, especialmente fibra soluble, promueve el crecimiento de bacterias beneficiosas que producen propionato. Además, el equilibrio de la microbiota puede verse afectado por factores como la dieta, el estrés, los antibióticos y el estilo de vida.
Si no tienes SIBO, si te lo han indicado, prescrito o lo estás buscando puedes utilizar biofilm de pileje, un sobre al día diluido en un vaso de agua y recordando siempre que se trata de un suplemento dietético, y que nunca podrá reemplazar una dieta variada y equilibrada ni un estilo de vida saludable.
La microbiota intestinal y la producción de propionato
Para optimizar la producción de propionato, es fundamental mantener una microbiota intestinal saludable. Esto se puede lograr a través de varias estrategias:
- Consumo de fibra dietética. Incluye en tu dieta alimentos ricos en fibra soluble, como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales (como el trigo sarraceno, quinoa o la avena).
- Probióticos y prebióticos. Los probióticos son microorganismos beneficiosos que se pueden obtener a través de alimentos fermentados como el yogur, el kéfir y el chucrut. Los prebióticos son compuestos no digeribles que promueven el crecimiento de estas bacterias, mohos y levaduras, como la inulina y los fructooligosacáridos. ¡Seguro que en tu tienda ecológica de confianza o herbolario encuentras productos relacionados! También puedes buscar probióticos a la carta en forma de suplementos, y esto es algo que yo suelo hacer mucho en la consulta.
- Reduce los niveles de estrés. El estrés crónico puede alterar la composición de la microbiota (y mucho). Técnicas de manejo del estrés, como la meditación y el ejercicio regular, pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable entre tus poblaciones bacterianas. Si te interesa, házmelo saber y trataré de explicarte el eje intestino-cerebro (encéfalo) condicionado a tu estilo de vida y el estrés mantenido en el tiempo.
- Por último, evita el uso innecesario de antibióticos. El uso excesivo de antibióticos puede destruir tanto bacterias dañinas como beneficiosas, lo que puede traer como consecuencia un desequilibrio en la microbiota. Eso para tu body, pero es que se está viniendo una buena con la resistencia a los antibióticos y las superbacterias. De hecho, si estás en ese momento vital en el que no sabes qué estudiar, métete en cualquier rama de microbiología ya. Por tí, por mí y por todos los que vendrán detrás. También puedes promocionar mi trabajo y te ayudaré en todo lo que pueda.
Implicaciones clínicas del propionato
El conocimiento sobre el papel del propionato y otros AGCC en la salud intestinal y del organismo en general ha llevado a consideraciones clínicas importantes últimamente. Los tratamientos desde el punto de vista biológico que buscan aumentar la producción de propionato, a través de intervenciones dietéticas o mediante suplementación, podrían tener beneficios significativos para algunos pacientes con una variedad de condiciones.
Terapia nutricional
La terapia nutricional es una estrategia clave para aumentar la producción de propionato. Nutricionistas y terapeutas especializados en PNI (AKA Angel Cuevas PNI) podemos diseñar planes personalizados que optimizan la salud intestinal y la producción de estos ácidos grasos de cadena corta (AGCC).
Terapia nutricional
Aunque la investigación sobre la suplementación directa con propionato todavía es emergente, los resultados iniciales son prometedores. Lo interesante aquí es que los suplementos que contienen propionato o que promueven su producción podrían ser una herramienta útil en el manejo de condiciones metabólicas e inflamatorias. En redes sociales ya he adelantado algo, pero las opciones son infinitas. Desde el incremento de disponiblidad de vitamina D en el colon como medida preventiva de la diverticulitis aguda, hasta el consumo directo de cápsulas de butirato para apoyar el tratamiento de la colitis ulcerosa.
En una palabra: Akkermansia. Y consume con frecuencia yogur de coco (94 % coco en base) con arándanos frescos ecológicos.
La conclusión
La síntesis de propionato por la microbiota intestinal es un proceso vital con amplias implicaciones para la salud. Desde su papel en la regulación del metabolismo de la glucosa hasta sus propiedades antiinflamatorias, el propionato es un componente crucial en la interacción entre el intestino y el resto del organismo. Mantener una microbiota saludable a través de una dieta adecuada, la reducción del estrés y el uso prudente de antibióticos puede optimizar la producción de propionato y, por ende, mejorar la salud general.
Recuerda que en psiconeuroinmunología se entiende que la salud es un complejo equilibrio entre los diferentes sistemas fisiológicos, psicológicos y sociales. Y que el propionato es un ejemplo perfecto de cómo este enfoque integrador puede proporcionar soluciones efectivas y sostenibles para mejorar el bienestar.
Para más información acerca de cómo la psiconeuroinmunología te puede ayudar a alcanzar una salud óptima, no dudes en seguirme o ponerte en contacto conmigo. También puedes solicitar cita para una consulta personalizada, pues como terapeuta PNI, mi enfoque en la microbiota intestinal implica trabajar junto a tí para equilibrar los microorganismos intestinales, y acompañarte en tu recuperación con efectos positivos en su salud de todo el sistema. Por ejemplo, mediante una dieta variada rica en fibras susceptibles de convertirse en propionato, con probióticos específicos acordes a tu estilo de vida y sintomatología, y acompañándote en la incorporación de hábitos de vida saludables, que repercutan directamente en la mejora de la diversidad de tu microbiota, incluso, reduciendo los síntomas asociados a problemas intestinales o del metabolismo.